Siguiendo con la temática, hoy vamos a hablar un poco más en profundidad acerca de la función de la conducta. Preguntarnos qué seria bueno saber para poder hacer una evaluación correcta de la misma. Tenemos que aprender a pensar "fuera de la caja". Si nos acostumbramos a cambiar el "par de anteojos" con el que miramos las cosas, las cosas cambian!!. Les proponemos una mirada distinta, dónde no existen solo 4 funciones y dónde no solamente nos enfocamos en las consecuencias. Tener una mirada más global de la situación, poder observar lo que sucede antes y después de la conducta.
Hay muy pocas situaciones en las que los niños se involucran en un comportamiento "problemático" para terminar con alguna interacción cotidiana en curso, como la instrucción académica, sólo para permanecer inmóviles e inactivos, satisfechos con el alivio asociado al refuerzo negativo. La mayoría de los niños, así como la mayoría de nosotros, escapan no sólo de las cosas sino también hacia las cosas. Cuando aislamos lo negativo del refuerzo positivo, probablemente estamos creando condiciones de prueba que no emulan la ecología a partir de la cual se desarrolló o se mantiene el comportamiento problemático (no existen en la realidad). Y por ende, resulta artificial, y nos deja sin la correcta comprensión de lo que realmente sucede.
Llevado al contexto de aplicación, resulta que las intervenciones que planeamos “no sirven". Y esto sucede, precisamente porque no hemos podido identificar la función correcta de la conducta. Si queremos ser más técnicos, cuando queremos llevar a cabo un análisis funcional de la conducta, debemos pensar más desde las contingencias sintetizadas que tienen lugar en una situación y no solamente evaluar la conducta desde las consecuencias que son más evidentes o que podríamos calificar como escape o de atención a las que permite acceder. 💛
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